"-Ella nunca criticó a nadie... y se molestaba cuando alguien más lo hacía. Lo de ella no era de ella ¿Cómo le explicábamos la situación que estamos viviendo? A todo el que llegaba a la casa le brindaba un pan, una arepita ¿Cómo decirle que no, que eso ya no se puede hacer?"
"-¿Grado de instrucción de la señora?
- Sabiduria"
"A mi me queda mucha satisfacción del tiempo que pasamos"
22/12/2016
Maracaibo, Venezuela
Estas palabras me las dijo una cliente, al rededor de las nueve de la noche en la que su madre falleció, refiriéndose a ella; mientras la atendíamos para iniciar el servicio y decidir los detalles de la velación vi que era madre de varios hijos pero de haber podido ser madre de toda la ciudad, lo hubiera hecho, tal era su bondad incluso en un momento como ese. Mantuvo sus modales en todo momento y su vulnerabilidad emocional para con todos, sin esa extraña careta que a veces los familiares utilizan en los servicios funerarios, esa mezcla de dolor e incomodidad por sentir el mismo, como si no quisieran mostrar que realmente sienten algo en un momento en el que uno, presa de mil recuerdos y anhelos, siente todo.
Nos felicitó por nuestra calidad de servicio, alabando nuestra paciencia y mi tranquilizante tono de voz. La noche siguiente se despidió de mi con un abrazo y le di mi despedida genérica deseándole una noche de descanso y agregando, candidamente, que la estaría para ella ahí, al día siguiente.
La inhumación se hizo el 24 de diciembre y la señora sólo cambió su amabilidad por preocupación cuando el cura que bendeciría a su madre no apareció a la hora pautada. Sólo fue un retraso que no la molestó y aventuró, correctamente, que habría sido por las misas navideñas.
Se despidió de mi entre lágrimas y una media sonrisa que se sintió genuina a pesar de las circunstancias, besándome la mano y luego tomándola entre las suyas por un momento. Pues sé que escucharé de ella en un par de meses (cuando la llame para preguntarle qué le pareció nuestro servicio) mi despedida fue sincera:
"Espero que se recupere pronto, hasta luego."
Eso es una parte de lo que pasó, lo que se pudo apreciar en el exterior, pero yo por dentro me conmoví por la amabilidad y paz que esa señora emanaba, por las cosas que escuchaba decir de la fallecida madre. Tanta bondad no debía limitarse a ellas dos y menos ahora que una ya no estaba para compartirla.
Me recordó que yo podía se de nuevo más caritativa, abogar por el bienestar común más que por el mío, es decir, quitar esa rudeza que el trabajo, la universidad e incluso mi circulo de amigos me habían dado, de una manera u otra. Casi no podía creer que los cambios habían sido tantos como para haberme quitado mi cualidad de "madre teresa" (como me decían mis amigas por "pasarme de buenesita", creyendo en la bondad de todas las personas) pero así fue, y lo noté ese día.
No hubo daño irreparable en mi persona y para recordarme el camino ahora mantengo una nota con las palabras que encabezan este post detrás de mi amazon Kindle, para verlas todos los días y reavivar la causa.
Se despidió de mi entre lágrimas y una media sonrisa que se sintió genuina a pesar de las circunstancias, besándome la mano y luego tomándola entre las suyas por un momento. Pues sé que escucharé de ella en un par de meses (cuando la llame para preguntarle qué le pareció nuestro servicio) mi despedida fue sincera:
"Espero que se recupere pronto, hasta luego."
Eso es una parte de lo que pasó, lo que se pudo apreciar en el exterior, pero yo por dentro me conmoví por la amabilidad y paz que esa señora emanaba, por las cosas que escuchaba decir de la fallecida madre. Tanta bondad no debía limitarse a ellas dos y menos ahora que una ya no estaba para compartirla.
Me recordó que yo podía se de nuevo más caritativa, abogar por el bienestar común más que por el mío, es decir, quitar esa rudeza que el trabajo, la universidad e incluso mi circulo de amigos me habían dado, de una manera u otra. Casi no podía creer que los cambios habían sido tantos como para haberme quitado mi cualidad de "madre teresa" (como me decían mis amigas por "pasarme de buenesita", creyendo en la bondad de todas las personas) pero así fue, y lo noté ese día.
No hubo daño irreparable en mi persona y para recordarme el camino ahora mantengo una nota con las palabras que encabezan este post detrás de mi amazon Kindle, para verlas todos los días y reavivar la causa.